El Inventario de tipos de Myers-Briggs (o MBTI) es una de las pruebas de personalidad más famosas y utilizadas en el mundo. Fue desarrollado por el dúo madre-hija Katherine Myers e Isabel Briggs en 1943, basado en la teoría de la personalidad de Carl Jung. Hay más de 16 tipos diferentes de personalidad posibles, evaluados en cuatro dimensiones diferentes: introversión frente a extraversión, intuición frente a percepción, pensamiento frente a sentimiento y percepción frente a juicio.
De estos 16 tipos de personalidad, dos de los más raros e interesantes son el INFP y el INFJ. Ambos son inteligentes, creativos, sensibles, apasionados, idealistas: la lista podría durar para siempre. De hecho, estos tipos de hermanos comparten tantas similitudes que no debería sorprender que se confundan y escriban mal con tanta frecuencia.
Si está confundido acerca de si es un INFP o un INFJ, entonces no está solo. Afortunadamente, a continuación se enumeran 5 de las diferencias más importantes que pueden ayudarlo a diferenciar estos dos tipos de personalidad:
1. Pensamiento analítico versus artístico
En primer lugar, una de las formas más fáciles de diferenciar un INFJ de un INFP es aprendiendo su función cognitiva dominante. Para los INFJ, es intuición introvertida (o Ni para abreviar). Esto significa que los INFJ piensan en términos de patrones y conexiones. Les gusta mirar el panorama general y contemplar el propósito y el significado detrás de todo.
Los INFP, por otro lado, lideran con un sentimiento introvertido (Fi). Se guían en gran medida por sus emociones y se preocupan más por lo que algo significa para alguien o por las emociones y experiencias que significa, en lugar de su propósito o significado real. Se centran en la experiencia individual en lugar del gran esquema de las cosas, y tratan de organizar todo de acuerdo con sus propios ideales y valores.
2. Decisivo versus exploratorio
Luego vienen las estrategias de toma de decisiones. Los INFJ son más decisivos porque les gusta reducir todas sus opciones y llegar al mejor curso de acción lo antes posible. Son concienzudos y organizados, y se sienten impulsados a comprender mejor las cosas. Son observadores, estratégicos y reflexivos sobre todo lo que hacen.
En cuanto a un INFP, prefieren tomarse su tiempo para explorar todas las posibilidades y probar un montón de ideas diferentes. Les encanta intercambiar ideas y compartir ideas con otras personas, porque para ellos es mucho más agradable discutir y debatir que decidir algo.
3. Emociones absorbentes versus reflectantes
Los INFJ son más expresivos emocionalmente, porque son más empáticos y, a menudo, experimentan las emociones de los demás como propias. De hecho, están tan en sintonía con los sentimientos de otras personas que a menudo les cuesta entender cómo se sienten ellos mismos, porque son tan rápidos para absorber las emociones de los demás. Es por eso que los INFJ tienden a seguir carreras en psicología, terapia, trabajo social, asesoramiento y otras profesiones de ayuda.
Los INFP son lo opuesto a esto. Tienden a ocultar sus emociones y están más en sintonía con sus propios sentimientos que con los de los demás. Pueden reflejar las emociones de los demás sin dejar de ser completamente conscientes de sus propias emociones. Son grandes creyentes en seguir tu corazón, razón por la cual los INFP se sienten tan atraídos por el arte, el cine, la literatura y otras actividades creativas.
4. Comprensión frente a validación
Los INFJ son el tipo de personalidad más perspicaz y tienden a desear la validación de los demás. Observadores y perceptivos, les encanta notar patrones en el comportamiento humano y hacer deducciones sobre otras personas. Son analistas sociales que quieren usar sus habilidades para impulsar el cambio social y ayudar a otros a darse cuenta de las cosas sobre sí mismos que necesitan saber.
De manera similar, los INFP son dotados para leer emociones, excepto que generalmente son más expertos en comprender y deconstruir sus propios sentimientos que los de cualquier otra persona. Lo que quieren, más que nada, es sentirse comprendidos. Los INFP son tan únicos e individualistas que puede resultarles difícil conectarse con alguien que no ve las cosas como ellos, pero las personas como estas tienden a ser pocas y distantes entre sí.
5. Control interno frente a control externo
Otra forma importante en que los INFJ y los INFP se diferencian entre sí es en su sentido de control. Los INFJ parecen más prolijos, ordenados y combinados. Son ordenados y puntuales, y les encanta hacer planes para casi todo. Sin embargo, cuando se trata de sus propios pensamientos, emociones e ideas, son más flexibles y de mente abierta.
Es al revés para los INFP: en el exterior, parecen más tranquilos, espontáneos y relajados, pero cuando se trata de su sistema de valores personales, son consistentes e intransigentes. Tienen un fuerte sentido del bien y del mal y se esfuerzan por alinear todo en su vida con sus valores e ideales.