Trastorno de personalidad antisocial: ¿Qué es? - La Vida - Blog para el auto entendimiento

Trastorno de personalidad antisocial: ¿Qué es?

 

Trastorno de personalidad antisocial: ¿Qué es?


¿Alguna vez has escuchado, "Dios mío, me desperté tan antisocial", o "Me siento antisocial hoy", o "Los introvertidos son antisociales"? Lo que la gente quiere decir es asocial. Los antisociales son personas cuyo comportamiento es perjudicial para quienes los rodean. Violan continuamente los derechos de las personas sin tener en cuenta las consecuencias. No sienten remordimiento ni culpa hacia los afectados por sus acciones. Por el contrario, asocial describe a las personas que son retraídas o no sociables. No les interesa socializar.



Antisocial en el mundo de la psicología se refiere a un trastorno de personalidad llamado Trastorno de personalidad antisocial y está vinculado a la sociopatía. Comienza durante la niñez o la adolescencia temprana y se extiende hasta la edad adulta. Este diagnóstico se le da a los mayores de 18 años con antecedentes de problemas de comportamiento, como robos y agresividad hacia los animales. Pero, ¿Cuáles son los síntomas?


Síntomas:

  1. Mentira y manipulación repetidas
  2. Explotar y / o estafar a otros
  3. Indiferente hacia lo que está bien y lo que está mal
  4. Incumplimiento de la ley
  5. Puede ser arrestado varias veces.
  6. Impulsividad, irritabilidad y agitación constante.
  7. Comportamiento violento, hostil y agresivo
  8. Falta de remordimiento, empatía y compasión.
  9. Dificultad para mantener relaciones.
  10. Ignorar la seguridad de los demás
  11. Comportarse imprudentemente
  12. Mantener la creencia de superioridad
  13. Culpar a otros por sus problemas
  14. Usar la intimidación o el hechizo como táctica de manipulación
  15. antisocial

Características de comportamiento

Este trastorno se encuentra en un espectro, lo que significa que la gravedad de los síntomas varía. Algunas personas son ocasionalmente agresivas e imprudentes, mientras que otras infringen la ley repetidamente. Por lo tanto, hay consecuencias, como terminar en la cárcel y abusar de sustancias. Otra característica es la impulsividad. Su comportamiento agresivo y abrupto causa problemas en las relaciones, el trabajo y la residencia. Muchos terminan conduciendo intoxicados, iniciando peleas físicas, participando en agresiones, participando en delincuencia y teniendo comportamientos sexuales de riesgo.


Otro rasgo es la irresponsabilidad. Como padres, pueden descuidar a sus hijos, ponerlos en peligro y no pagar la manutención infantil. En casos extremos, pueden golpear a su hijo. También pierden constantemente sus trabajos debido a ausencias repetidas, renuncian a sus trabajos porque lo ven como algo inferior a ellos o actúan con ira y hacen que su empleador los despida. Por lo tanto, muchos no cumplen con sus obligaciones financieras y se endeudan o se quedan sin hogar.


Antisocial


Además de esto, quienes padecen este trastorno culpan a los demás por sus acciones. Usando excusas, como, "se lo esperaban", "se lo merecían" o "es su culpa". Parte de esto se debe a su desapego hacia los demás. Tienen poco o ningún remordimiento y la mayoría de las explicaciones de su comportamiento son superficiales.


 Causa y tratamiento

Se desconoce la causa exacta del trastorno de personalidad antisocial. Se ve principalmente en hombres y se cree que está influenciado por factores ambientales y genéticos. Se ha observado en niños que tienen un padre con rasgos antisociales. Cuando se trata de factores ambientales, muchos provienen de un trasfondo traumático, como abuso y negligencia infantil. Las personas con este trastorno normalmente no buscan tratamiento. Cuando lo hacen, generalmente lo ordena un tribunal. Su trato es multidisciplinario.


Se utilizan un psicólogo, un psiquiatra, un trabajador social, un centro de rehabilitación y otros servicios. Depende de las circunstancias del paciente. El tratamiento puede mejorar las características del comportamiento, pero solo si la persona está dispuesta a cambiar y esforzarse. Desafortunadamente, no existe ninguna terapia psicológica específica para tratar este trastorno, pero la terapia cognitivo-conductual, la terapia de grupo, la psicoeducación y un estabilizador del estado de ánimo (medicación) pueden ayudar.